Allá en el pueblo
donde yo vivía
está la casa de recuerdos
que dejó mi tía.
Tiene dos puertas
y cinco ventanas
que estaban abiertas
desde la mañana.
Un inmenso corredor
y al final la cocina,
adornada de lo mejor
con hermosas cortinas.
Fotos en la pared
de hijos y nietos,
en tiempos de niñez
que ya se fueron.
Mi tía tan bonita
se ha ido al cielo
y dejó su casita
llena de recuerdos.
------------------
Autor: Alejandro J. Díaz Valero
Maracaibo, Venezuela.