UNA VIDA GIRANDO EN UN RELOJ
Nacido en luz de luna,
trasladado a una cuna,
ya era casi la una
y la luna aun brillaba.
Despertando en la mañana,
mucha gente a mí me acompañaba,
así pasaron días y semanas
mientras la vida en un reloj giraba.
Soles resplandecientes
iluminaban y me abrazaban fuertemente,
miradas, llantos y sonrisas desbordadas,
con inviernos y veranos mi reloj siempre giraba.
Vientos que a las nubes con lluvias trasladaban,
humedecían los pastos y arboles florecían,
mientras sus frutos saboreaba
y sus flores conocía.
Momentos de sol radiante con lluvias jugaba y corría,
cerros, mares y montañas exploraba y conocía,
mientras el reloj giraba
y por cierto tiempo yo me distraía.
El reloj en su transitar,
me enseñaba rosas y gardenias,
que convertían mis sueños en espejismos,
negándome el fruto del querer que en mí vivía.
En los cruces de una vida,
comenzaba a comprender
lo que creía que entendía
mientras buscaba lo que quería y no hallaría.
El sol comenzaba a ocultarse,
sin hallar el fruto del sueño que tenía,
y sin saberlo,
tropiezos y caídas en la noche encontraría.
Una luna nueva aparecía,
las buenas compañias no estarían,
mis ojos cerrarían
y solo con mi sueño y una luna me hallaría.
EL QUIJOTE DELIRANTE