De tanto caminar por la cornisa
se me cayó el miedo por la ventana
me asome a verlo y allí estaba
¡SI! si estaba acurrucado en el rincón
con la cara tapada, suspirando, ya casi sin aliento,
desesperado por mi abandono con la mirada perdida
con los brazos extendidos hacia mis sueños...
Sueños que alientan un camino, un amor, una distancia...
Sé que fui su esclava, su alimento, su distracción,
una enredadera de pasiones, una alforja pesada,
de egos incrustados en mi sombra,
de alacranes picando la sensible ironía del destino
que gozo en mil andamio y en ninguno ha hecho nido,
que despojan las verbenas del pasado ...
De tanto caminar por la cornisa
se me cayo el miedo por la ventana...