Tú tan norte, cual hemisferio enorme
del bello planeta que me brinda soporte
y yo tan sur, con mis colinas empinadas
que mi ira personificaban
Tú tan norte, tanto que podría ubicarte en el cielo
ya que tienes una belleza de ensueño
y yo tan sur, viviendo en una perfecta armonía
con el infierno que se me ha acusado de soportar para toda mi vida
Tú tan norte que, al alma en fuego criogenizas
con rose y tacto, con mente y risas
y yo tan sur, pidiendo una apología
de que compartas conmigo tu mirada, una vez más, amada mía.
Tú tan norte eres, que en el Olimpo podrías residir
más no veo para que hacer redundancia; tú ya eres el único cielo que debería existir
y yo, tan sur
que lo único que me queda es ahogar mis penas y mis tristezas, darme la vuelta y dejarte ir.
Más si tú, mi hermoso norte
en mi brújula denuevo llegas
no eximas que te ame de la misma manera
porque mi sur me limita a acogerme con una muerte lenta.