Mi casita blanca 2
En la rivera
paso la vida hermosa
oyendo la palabra del río
que no tiene prisa
y me enseña a soñar
y a ser sereno como la brisa.
Llevo la pipa de cerezo
mi caña de pescar
y el mono al hombro
que casi puede hablar.
Me visita una princesita
guaraní trayendo pastelitos
endulzados con miel del monte
y me regala sus negros ojitos.
Mi pequeña indiecita
es muy celosa
tan digna como una soberana
y ella a mi no me cambia
y yo tampoco por ninguna cosa.
Cuando lleguen aquí
los oropeles del mundo
y los cantos engañosos
me iré en silencio
huyendo del entorno
tumultuoso.
No me olvidaré
de la mariposa ni de la rosa
vendrá conmigo el mono amigo
y la princesita de alma hermosa.
……………………………..