eres sol,
eres brisa,
eres espuma
eres madrigal,
eres embrujo de la mar
eres inspiración de la brisa que dibuja tus líneas
eres tentación de las olas deseando acariciarte
eres la fantasía de la playa de arenas blancas
eres encanto del sol que broncea tu delicada piel
eres armonía entre el aire y el vuelo de gaviotas
en el entorno del paisaje marino,
eres inspiración para el bardo que embrujado
por el máximo grado de tu perfección femenina
recorre los intrincados laberintos de tu anatomía,
buscándole lírica a su cantata
dejándose llevar por tus encantos terrenales
sin lograr encontrar sinónimos
que logren conjugar la fantasía
de tu deslumbrante belleza
en el verbo indescifrable de la oración
que se quedó corta de argumentos
en la semántica
de tus encantos de mujer de ensueño.