No hay cuerpos perfectos,
su voz es su silencio,
y su aroma un hueco que me alcanza,
en la habitación no hay ilusión
ya no hay cabellos sobre la almohada
todo es aire, destilo luces y sombras,
ya no hay nada más
solo un largo camino a casa.
Pensando en los desconocidos de siempre
¿qué ha sido de ella, donde andará?
¿estará llorando sobre todos sus bienes?
y yo aquí abrazando mis pequeñas historias,
no seré yo quien le duela,
me lastima la lástima.
“Recuerdo todas sus palabras y la boca vacía”,
si, yo la recuerdo caminando el alba
y sin embargo vacíos sus ojos celestes
se marchan, se marchan, se marchan…
No hay ni una sola huella,
ni una sola flor sobre las calles mojadas,
la hierba fresca, el alma cansada,
en la habitación no hay ilusión
ya no hay cabellos sobre la almohada
todo es aire, destilo luces y sombras,
ya no hay nada más,
solo un largo camino a casa.
Un cigarro en mi boca y el humo se escapa,
me dibuja su figura, me marca las pausas,
el sueño se esfuma, por sobre la realidad se me escapa,
al final del boulevard está la luna,
y las penas se me hacen más blancas,
la noche tranquila
y la madrugada de estrellas baratas
me hablan,
me dicen:
“camina entre los desconocidos de siempre
y cántale al amor, que el amor hará que la pena valga”
“Recuerdo todas sus palabras y la boca vacía”,
si, yo la recuerdo caminando el alba
y sin embargo vacíos sus ojos celestes
se marchan, se marchan, se marchan…
No volveré la mirada, es largo el camino a casa.
No volveré la mirada, es largo el camino a casa…