Raúl Daniel

Sobre la evolución de las especies (Espejo 116)

 

San Lorenzo, 7 de octubre de 2009

 

Estimado Roy,

Sobre la evolución de las especies:

 

           Como siempre me sorprendes con preguntas difíciles, ya te supe decir que yo no tengo todas las respuestas.

            Tú crees que por ser un escriba del Señor, no tengo tema del que no pueda evacuar tus dudas, pero debes entender primeramente que un escriba es eso: Uno que escribe lo que generalmente otro dicta.

            También me dijiste que si no tenía revelación al respecto, por lo menos te diera mi opinión.

            No voy a engañarte, ya que siempre ha sido motivo de disputa en la raza humana y hemos escuchado y leído muchas diferentes opiniones.

            Primeramente debemos saber que  no existen tantas pruebas sobre la evolución y el poco de huesos que parecen apoyarla cabrían en la cajuela de un automóvil.

            Particularmente he visto innumerables videos y leído algunos cuantos impresos donde se expresa esto que te digo.

            De todas maneras la teoría de la evolución de la carne no es tan alocada en su lógica y digna de considerar.

            Por otro lado la fe judeo-cristiana y otras más proclaman la creación de todo lo que existe por un Dios omnipotente.

            Te cuento que antes de hacerme cristiano me había fabricado una cajita virtual dentro de mi cerebro a la que llamaba: “La cajita de mis ignorancias”, y en ella ponía todo lo que no sabía o entendía. Y, justamente este tema se encontraba allí. Y, cuando abracé la fe, el tema siguió campante en su lugar.

            Fue con el tiempo y al descubrir algunos textos reveladores de la Biblia que me pude formar mi propia opinión que creo que es la verdad de este asunto.

            En el libro Evangelio de San Juan, en su primer capítulo podemos leer algo realmente alucinante: Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio el poder de ser hechos hijos de Dios; los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios(v:12-13). También en este capítulo se expresa que el Verbo era Dios y se encarnó en un hombre, hombre que se llamó a sí mismo: Hijo del Hombre.

            Entonces yo me pregunté: ¿Cuántas maneras hay de hacer un hombre?

            Peleando estaban los doctos y eruditos, discutiendo si por evolución o por creación venimos a existir. ¿Es que nadie leyó esta parte de la Biblia antes?

            Yo cuento cinco maneras de conseguirlo:

1.- “de sangre”, aunque Dios hizo a la compañera del hombre usando una costilla de éste, lo científicos actuales consiguen clonar seres vivos utilizando la sangre de éstos (!)

2.- “voluntad de carne”, o mejor dicho: evolución de la carne.

3.- “voluntad de varón”, ya sabemos, así hice yo mis hijos.

4.- “de Dios”, o sea el nacimiento espiritual que Jesús explicó a Nicodemo, donde por la muerte del “viejo hombre” nace un “hombre nuevo”.

5.- “de Dios, Encarnación”, o sea un espíritu entrando en la carne: “—María, no temas, porque has hallado gracia delante de Dios. Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre Jesús. Este será grande, y será llamado Hijo del Altísimo. El Señor Dios le dará el trono de David, su padre; reinará sobre la casa de Jacob para siempre y su Reino no tendrá fin. Entonces María preguntó al ángel: —¿Cómo será esto?, pues no conozco varón. Respondiendo el ángel, le dijo: —El Espíritu Santo vendrá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por lo cual también el Santo Ser que va a nacer será llamado Hijo de Dios. Y he aquí también tu parienta Elisabet, la que llamaban estéril, ha concebido hijo en su vejez y este es el sexto mes para ella, pues nada hay imposible para Dios.”

Bueno, sabes bien que creo en la Biblia, que aunque la hayan manipulado a través de los siglos, agregando y quitándole partes, a voluntad de los que tenían el poder religioso del momento, de igual manera es la guía válida que Dios ha permitido que subsista, de hechos y revelaciones de su voluntad y su ciencia.

Creo que Dios hizo al hombre de la tierra, a Adán, creo también que Dios hizo a la Mujer clonando de Adán su costilla, creo que Adán hizo a Abel y a Caín y más hijos e hijas por su voluntad fecundándolos en Eva, también creo que había otras razas en la tierra que estaban evolucionando y que luego se mezclaron con la raza adánica, para hacer el calidoscopio que hoy podemos apreciar y que llamamos humanidad.

Otra cosa que creo es que no es rigurosamente necesario tantas pruebas físicas sobre la evolución, pues ¿qué pruebas quieren de algo que cambia tan imperceptiblemente a través de tantos milenios? Demasiados huesos han encontrado, o ¿alguien me podría mostrar la tumba de Adán?

También tengo algo a favor de esta teoría y es mi propia experiencia: Al nacer yo tenía cabello rubio y durante dos años tenía una cabellera larga y mi mamá me hacía bucles, por lo que parecía una niña. Al quedar por un tiempo a cargo de unos tíos, por enfermedad de mi madre, mi tío (Pedro) me hizo cortar con estilo varonil (¡Bien tío!)

Pasado un tiempo mi cabello comenzó a cambiar su color a castaño claro, y en mi juventud ¡ya era negro!

Siempre atribuí esto a que, como mi abuelo paterno era dinamarqués, yo tenía genes rubios para el cabello, pero sabemos bien que en los países tropicales las razas que  los habitan tienen cabellos obscuros debido a la mayor incidencia de los rayos solares, así como también es más obscura la piel; y lo que yo creo es que evolucioné, adaptándome a la región en que vivía, incluso cuando bebé era realmente blanco, pero cuando anotaron mis datos en mis documentos pusieron: piel trigueña. Bueno, me gustaría quedarme con esta palabra: ¡Nada hay imposible para Dios!