Mis versos nacen al aire
para encontrar universos
y vuelan para ser libres
en las laderas del viento.
Mis versos ya no son míos
cuando los mece el espliego
y los perfuma la noche
y los besa el firmamento.
Mis versos son de la risa,
de la lágrima, del sueño,
del corazón que los ama
y que les sale al encuentro.
Mis versos son de la vida
enemigos del silencio
que se afilan como espadas
cuando ven un niño hambriento.
Mis versos son desolados
por cada hombre que ha muerto,
por cada mujer que sufre
y recoge sus lamentos.
Mis versos ya no son míos
son versos del universo,
nacidos para ser libres
en las laderas del viento.
Inma Diez