salvador david

Las tierras del fin del mundo

(Más allá de donde el cielo se une con el mar)

 

En las tierras del fin del mundo,

                         te encontré,

más allá de donde el cielo

se une con el mar, estaba tu,

                           con nombre,

con el sol por irse de tu pelo

la luna aferrándose a tu piel;

descifrándose en tus ojos

lo que en el universo se esconde.

 

Encontrarte, fue,

encontrar el corazón aquel,

que cuando de niño dibujé

en un trozo de papel,

fue como volver a ver

a la chica más linda de mi aula,

cuando quemaba, una por una,

mis noches con su nombre.

Tu olor a azucena recién cortada

trajo el suspiro que mi corazón quería,

dando vida a los sueños de mi almohada,

dando vida a mi poesía.

 

 

Encontrarte, fue,

como regresarle los pétalos

a aquella flor que deshojé,

por aquel amor imposible,

recuperar el tiempo que se fue,

devolverle la esperanza, lo posible,

a aquellos ojitos tristes

que al marcharme en mi ventana dejé.

 

Sonrisas y miradas sin nombre,

como si fuera la luna

caminando por las calles de

                       Menongue,

Quédate aquí, mi luna,

Quédate, meu amor,

que en estas tierras

                 del fin del mundo,

es donde tú y yo, no tenemos nombres.