Darío Ernesto Muñoz Sosa
Rayo de luz
Haz luminoso de mis noches,
Refulgente que en la obscuridad me guía,
ciego y torpe soy de todas las lumbreras,
Pues no soy un pájaro noctámbulo
Ni las estrellas que amo tiernamente
Ni tan solo la luna delicada.
Nada y todo en un olvidado verso.
¡Oh rayo tenue en la noche!
Con formas y signos
Imágenes de las sombras
Gajos de la arboleda, bamboleándose
con el viento de enero.
Caminando en formas circulares
Como la tierra madre
estuve aguardándote despierto
rayo de vida
que los astros clavan en mí, nostalgias,
¡Oh el alma cercana a la muerte!
Aun viva, con tu luz cobijas
enmendando el abrigo viejo
que siendo follaje
a mi corazón funda.
No habrá nada que detenga, quimera ni fantasía
A mi sueño profundo un día
ni la más hermosa melodía.
Ni tu dulce voz mi niña, mi hija
Ni el clamor de tus entrañas niñomio
hjos del alma
El poeta y trovador poco a poco muere
doblegándose ,marchitándose,
Enjutando resinas, lagrimas de la piel
que retuercen y estrujan las penas.
¡Oh vida magnifica, divina para mí!
¡Oh destino!
¿En donde existen las almas que se fueron?
En mi arcón fibras del alma, van como ancla
Buscando el fondo de los acuosos pensamientos.
Todas revolotean, ellas ánimas que amé
Golondrinas bellas del tiempo,
dadme fuerzas, para levantar los ojos
Enderezar mi pecho.
Que me insufles creador divino
Aliento de vida.
Hágase que de mis lomos salgan alas,
que dejen este nido de huesos y carne moribunda
para ser libre del póstumo adiós,
y no ver mi prole sucumbida y caída.
Sin fronteras ni ataduras
déjame volar
Al cerrar los ojos.
Mezquinas culturas
que encarcelan los dones,
como maquinas revolucionarias desgastadas,
rutinas ya no deseo, no apetecen mi voluntad.
Dios padre dadme fuerzas, para enfrentar la vida breve
bendíceme con tu luz,
para seguir la huella migratoria ansiada y moribunda.
Asintiendo, resignando, la esperanza
Sumiéndome así, a ser un naufrago desdichado,
a la condena de la vejez y muerte, indeclinable.
Castigo de tus labios, ira y pena,
Que en mis manos y espaldas cargo.
Día tras día
Noche a noche
Viajando en cada rayo de luz
Que mis ojos lacrimosos ansían.