Busquè en primavera nèctares de una rosa
y un rastro de perfume seductor fuè el guìa
al picaflor en la noche de mariposas.
Como voraces insectos en ley de amores
libamos pasiones hasta el brotar del dìa
quedando embriagados con la miel de las flores.
Dos almas irracionales en fiera ansìa
fuimos presa mutuamente de amor cebadas
y al liberar las sensaciones escondidas.
Nos fuimos beso a beso hasta que esplotò el alba
por la selva de abrazos y en lo mas profundo
explorando a la mejor senda enamorada.
Y al fuego ardiente de amor recièn prendido
acabamos ebrios de gozo sobre el mundo,
que amaneciò a eso intenso de estar vivos.