Vengo de lejos
de las ultratumbas del alma
como un sentimiento resucitado de antaño.
Vuelvo para morir acribillado por la lluvia,
mártir del deseo de secuestrar tus nubes.
Vuelvo empapado de ti como la hierba en otoño,
perdido bajo tu última tormenta.
Amor, ya no existo, solo soy el polvo
que regresa con el viento
a caballo de las hojas muertas.
No pienses en mí
sigue con tu vida,
con esas miradas que ya no son de mis ojos,
con esos besos huidos de mis labios,
Sigue luchando por amar lo que no soy,
yo solo he vuelto para conocer tu olvido.