Pasen ya! descolgando ígneas fieras,
al reverso de cada yunta y buey,
que acaben ya! el sedal de las hileras
que bordando están las fibras del rey.
Pasen irreverentes las bandadas
de pájaros oscuros de mi cielo,
pasen fúnebres, dejen sus pisadas
en la tempestad áfona del hielo.
Y llorarán tus fieras agresivas
al verme lejos, tus manos esquivas
se marcharán sin ángulo y valor;
al verme emocionado, en mis oscuros,
en la Jerusalén lloran los muros
ávidos y extranjeros del amor.
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John Morales Arriola.