En aquel cruel momento de pérdida
la soledad fue mi única amiga
dejando huellas, abiertas heridas
que con los años cierran pero que aún lastiman.
Momentos crueles si los hay en la vida
me lastimó el corazón y el alma, partida
aún hoy sangran en el vientre mis viejas heridas
además de la irreparable pérdida, la soledad vivida.
Pero aún tengo las fuerzas
para vivir la vida, y luchar sin medida;
sólo un ser en la tierra es capáz de esa osadía
de tener tanta fuerza y valentía.
Simplemente una mujer, vida mía
podrá caerse y levantarse, aún herida
Simplemente una mujer, vida mía
seguirá luchando con fuerza por el resto de su vida
ROSA ESPINA