Mira en tu Jardín, las espinas de las rosas
E interpreta su silente defensa
Que como cancerbero guarda su belleza
Del impío que pretende ajarla
Desconociendo la intensidad que guarda
Mira el aroma, que despiden las orquídeas
Y el sabor de los Girasoles
Interpreta, con militante devoción
El canto de los Cisnes Que celebra la belleza
Y la entonan en su sinfonía de amor
Mira como florece el amor,
Que se revela ante la mezquindad
Porque el jardín es Tu propio Edén
Que florece ante la adversidad
Y se revela a lo impío
Es el color de tu propia existencia
Que brinda una cromática repuesta
A la oscuridad que lo pretende
Mira en tu Jardín, tu flor de Loto
Que vive de las inmundicias y de ella se alimenta
Sin que contaminen su Pureza
Tu jardín, es tu insospechable Oportunidad de crecer
Como crecen las plantas que en ella cultivas