El abrazo fue súplica mutua
Grito de sensación agonía
Supremo acontecer donde se dieron cita
el alma
la carne
los anhelos
Temblores escondidos de lágrimas
La respiración se disfrazó de viento
Fue mezcla de eros tocando sombras detrás de su cuello
Al palpar sus manos en mis besos
Le miré a los ojos atrapados de tristeza
Sentí su voz desde el dolor del silencio
Le Miré al señalar su pecho
refugio de infinitas vivencias
fue magia
intenso revolotear de recuerdos
bajo el frondoso verde inmutable
testigo de confidencias
sueltas a los cuatro vientos
Aún te amo
te quedaste en mi
te llevo en mi alma
El asomo de humedad soltó su lumbre
Marcó de nuevo la despedida
Nunca me digas adiós
Fue su última mirada