¿Veré otra vez una rosa
en la mano de la que
a mi lado se aprieta?,
¿Sentiré otra vez que se posa
una boca en mi boca,
y que su beso me quema?
Fuego... otra vez el fuego,
otra vez la sangre fluyendo
aceleradamente, recorriendo
como aludes mi cuerpo.
El amor hará todo esto,
el amor de siempre,
ese que es eterno,
el amor que no muere
ni morirá nunca en mi interior,
porque es un sello
que me puso Dios.