Todos llevamos, en nuestro interior, un mar que esconde aquellos sueños e ilusiones que tuvimos la esperanza de un día ver realizados. He escrito este poema para transportaros a ese mar y haceros recordar aquello con lo que soñasteis un día...
Aquellos que te miran
ven paz, calma, quietud,
Ven lo que ven sus ojos
embrujados por el vaivén azul...
Dos amantes conversan
sobre sus ilusiones,
sonriendo dibujan sobre la arena
eternos corazones;
Algunos niños juegan
a ser emperadores,
construyen a tu vera sus castillos
con altos torreones...
Esos sueños
que después abandonarán sus dueños
con mimo los deshaces
para luego esconderlos.
JOSÉ CIDÓN PERIAÑEZ.