Primero nos besamos, luego nos tocamos,
Tanteamos nuestras formas en la penumbra,
A media luz o a pleno sol,
Vibrante escucho tu corazón
Que se prepara para la batalla.
Toco tu piel canela con olor a rosas
Beso tu espalda mimosa
Mientras acaricias mi sexo que te quiere poseer,
Lento te veo enrojecer,
Entretanto con mis manos y mis labios
Doy forma a tu figura
Que mi mente con locura ha fantaseado sin cesar.
Recorro tus labios, tu cuello, tus senos, tu vientre
Llego a tu pubis ardiente que me señala el inicio del edén,
Respiro todo tu ser,
Respiro tu ausencia y tu demora,
Juego en el paraíso mientras tu alma transformadora
Viaja sin deseos de volver.
Mi lengua se deleita en la tierra prometida,
Jugueteando mis dedos se bañan de gloria
Sintiendo la victoria de verte desfallecer,
Muriendo toda de placer sin que todavía nada acabe.
Llego a ti palpitante, gozando tu tibieza;
Lujuriosa tu boca jadeante me quiere devorar,
Inmerso en ti con todo lo que soy
Me acaricias sin control,
Te poseo sin parar,
Entrando en ti sin avisar
Pero leyendo tu deseo
Que me pide más, más y más, y mucho más.
Contorsionas tu cuerpo, me atrapas con tus piernas,
Respiras el poco aire que nos queda
Mientras te siento partir a la dimensión de la locura
Donde la paz que anhelabas ha poseído todo tu ser,
Donde tu desenfreno por fin, ha encontrado la cura.
Aun espero de ti, solo lo que tú sabes hacer,
Lo que tus labios, tu boca y tu lengua desean
Pero no más que el penitente que implora tu perdón,
Que ruega por tu absolución, para que mí entrada al cielo
Sea ver tu comunión, con la tibieza que brota de mí,
Con lo que guardo para ti y anhelas con emoción;
Finalmente muero en tu boca y en tus manos quedo.
Todo ha terminado mientras saboreas lo que soy,
Sonriendo disfrutas lo que te doy,
Yo solo quiero abrazarte, acariciarte, arrullarte,
Para que juntos luego de un poco de reposo
Demos inicio a la segunda parte.