No conoces el canto del sonido
ni las notas que vibran con el viento
ni el sonido de amor en un gemido
ni la tristeza que hay en un lamento.
Desconoces el lenguaje de palabras
y por gestos adivinas argumentos
desconoces la voz del que te habla
pero sabes con claridad sus sentimientos.
No conoces los tonos en las voces
ni tampoco lo que dicen si no miran
desconoces las palabras y sus goces
y detectas bien los que conspiran.
Lees los labios porque ves los movimientos
y tus dedos se agitan en el aire
respondiendo a un enfrentamiento
una frase de amor o un desaire.
HELIGRARI 12/9/2008