Amo tu sonrisa oculta, misteriosa
tu velo moreno angustiante
de “Mona Lisa” nocturna; amo
tu silencio entre el poema ardiente
llamando al amor que no vendrá.
Tan distante, a tiro de Saturno.
Amo tu respuesta esquiva
y me apresuro a buscar el sueño,
allí eres la respuesta a tu olvido
de como se besa sin amar,
como se vive sin morir al deseo.
Del infortunio al tenerte lejana.
Tan cerca del calor, que da frio.
Amo tu cuerpo de nubes en manos
de mis labios dibujando una rosa
sin perfumes ni color; otro olerá
cada noche, cada suspiro mio.
Cada verso escrito en lineas de colores
verá solo la dicha del “delfín”,
unido a tu cuello de marfil
buscando las perlas de tu voz
y tu rosa abierta entre labios.
Amo todo de ti, aun la soledad
que me das, SEÑORA MORENA.