Graciano Chacon

EL ULULAR

Llegó a mis manos
Un ave con sus plumas doradas,
Que había logrado vencer el infinito,
Totalmente de frases cultivadas
Que el ulular del viento daba gritos.

Aprendí del mismo lo increíble
Me llenó de valores permitidos
Comprendí lo hermoso de la vida
Cuando amamos de un todo al ser vivido.

Dos pequeñas figuras delineaban
El cuerpo magistral de aquel gran sabio,
Que quiso transformar seres del monte
Y sembrar en la ciudad de los resabios.

Anduvo caminos y veredas
Saltó cercas de hilos marfilados,
Vio en los espejos de las hojas altas
Labradores de conciencia
Sembrando eternamente en los cristales.

Le dijo el sabio lo que debía de hacer
Aun cuando en su libertad existe
No puedo complacerlo, amo los paradigmas
Aunque un búho incompleto deba serlo.

Mal visto, incomprendido, desterrado
La metrópoli su suerte había dispuesto
Con la venia mensual del bienvenido
Ordena aparcar en otra parte
El ulular, su (why) ya concebido

La orden del sabio se cumplía
La campanada injerta
En la mente de sus padres
El corazón abierto les dolía
La pérdida de su bebé dispuesta.

Igual destino pudo ver después
El bebé búho que en el camino transitado
Un pato cargaba su tormento
En igual circunstancia que ha vivido.

Amigos se hicieron al momento
Y echó a reinar la amistad solidaria,
Tampoco el pato ululaba su lenguaje original
Y marcados por leyes y costumbres.

Fueron echados en busca de igualdad.
Diferencias de razas los marcaba
Sin ser barreras para ser amigos
Solidarios en la vida para siempre.

Así vieron la luz iluminar su mente.
Llenaron de valor su corazón
Labraron sin mezquindad la igualdad
Y admitieron vivir en colectivo.