Alguien sopla sobre la faz de las aguas
dando origen al palpitar de la vida
con el verbo sublime de perfecta gracia
todo surge en el vientre de una madre.
Las aguas internas son cristalinas sin mancha
adornadas del espíritu de la palabra santa
cuando el aire vibra sin temor ni ansias
unas aves blancas vuelan libres en el cielo.
La vida es bella pletórica de inocencia
bañada con el mar verde de la foresta,
fresca la brisa acaricia la nada
fresco el vientre palpita lento
dentro las venas sintiendo existencia.
Es el sexto mes de la semana
la creación ha llegado a su final
unos ojos claros contemplan todo
La luna blanca, el cielo estrellado
gracias a quien bufó sobre la faz.
© Emig Paz