Ya no me duele el dolor que me había dolido
causado por tu indiferencia hiriente y fría
te amé mucho y tu desprecio no merecía
según tú, porque yo tu corazón había herido.
Ahora me doy cuenta que jamás me amaste
que solo buscaste una excusa para alejarte
tonto fui al creer que por mí a todo renunciaste
y me esforcé mucho para no faltarte y cuidarte.
Creaste en mí un sentimiento de culpa profunda
y me manejaste como títere a tu antojo
Mujer sin nombre dejaste mi alma moribunda
en el pasado te he dejado con eterno cerrojo.
Según tus palabras, ya cumplí con tu deseo
dejé de amarte para no hacerte más sufrir
y a gran distancia de ti en mi caballo correteo
esperando un nuevo amor y un nuevo porvenir.