Alientas mi alma a quererte aún más
cuando recorro tus pasos a la orilla del mar
en donde ocultos entre sus olas, iluminas mis
ansias extremas de abrazar tu hermoso cuerpo
sofocando nuestro deseos del alba y el corazón…
La clara madrugada resplandece ante nuestros ojos
muy llenos de amor acompañado por el aroma mosqueta
que trepa sin cesar desde la punta de tu pie sublime
hasta el final de la amplia cabellera negra
esparcida entre mis manos y arropando mi rostro impaciente…
¡Que hermoso son tus instinto de mujer en el juego del
amor! En donde sin querer te entregas con mucha
pasión, llena de cantos románticos y promesas que
llegan directo al corazón acompañado de tiernos besos
muy dulces bendecidos con el cundiamor…
El susurro del mar socave nuestra inspiración
en las profundidades de tu pecho para hacerla una canción
de amor, en donde te entregue mis fuerzas más puras
refinadas con mucha exaltación, entre nuestros ojos
se conecta ese fuego encendido de afecto sutil de algodón…
Afectos sutil de algodón como las garras del aguíla tan
segura en los brazos de su amo para salir muy velos,
y surcar la plenitud de cielos en pos del amor entre alas
abiertas muy parecidas al rojo corazón el cual
se delimita ante la velocidad del viento y la vida...
RIVAS JOSE