Esa cordura que me provoca, me incita a perder el control me toma entre sus brazos y deja que me resbale poco a poco entre su piel tersa y suave, un loco un loco mas que el mundo gobierna esa burocracia tuya al querer mandar y sostener mis pensamientos, hablo de mi lascivia es ella la que controla toda mi energía de ser cuando ya no hay mas luz en ese rincón cautivo, ese rincón que llena y mata al inocente que acobija al unico idolo de su fortaleza al valiente al maravilloso a su perspicacia innata, lluvia de diamantina cae sobre esos árboles mágicos en ese espacio de tiempo donde el cielo se torna arrebolado producto de esa cordura insaciable.