Gime a la medianoche
la gata su orgasmo,
brillan verdes sus ojos
en profunda obscuridad.
Maúllan los gatos de placer
finos los pelos han de saber
nadie los mira en regocijo
solo una estrella oculta de luz.
La gata contenta gime y gime
la estrella oculta mezcla
esperma espiritual sola,
lo mezcla con el cosmos
lo mezcla con extraña luz,
y entre el gemir de los gatos
la estrella pierde su resplandor;
cuando un torrente caliente
de líquido blanco ámbar
calcina sus huesos
lanzando por la borda
un amanecer misterioso de gatos.
© Emig Paz