Al lado tuyo, las tardes vuelan
en busca de la noche serena
y es que en tus labios de durazno
buscan los míos su refugio.
El viento denso emerge entre los montes,
mis besos vuelan por el viento tuyo
y posan en la ladera.
Van las aves con duda y mis palabras
migrando al sur buscando más calor
y mientras posan en las ramas
de los negros árboles y arbustos
tus ojos destorcidos se perdían
y el cielo luminoso cantaba al ser nocturno.