Yo quisiera, con palabras, domar su corazón valiente
cuáles palabras usara, no importaría
lo que me importa es, desenfrenadamente
beber de su excentricidad y acorazarme en bizarría
Yo quisiera volver el tiempo a colores y risas, cruce de miradas y notas
para así escribirle en una hoja
cuál cantidad de palabras que con rozarse entre sí
te llevaran a mi tiempo con el simple detalle de que abrume tu mirada cómo cuando la lluvia te ahoga
Yo quisiera domar el vehemente, mezquino idioma
para acariciar tu mente con mis palabras
y adornar la bella noche con una aurora
que su esencia se difumine con estas notas
Yo quisiera destronar al rey,
para simplemente tomar su corona
fijarle su nombre en ella
y que la alabe toda la nación que la condecora
Yo quisiera irrumpir en su escuela y tomar su pupitre
para tomar sus libros y cambiarle la historia
y que le enseñen el fervor grácil
que presenté yo por crearle a partir de la nada, una rosa subatómica
Yo quisiera ver sus pupilas dilatarse
porque en ellas fije la mirada.
y que en esos ojos vea delatarse
la verdad que su corazón esconde; y su alma.
Yo quisiera ver las páginas blancas
tornarse en palabras
y las páginas aún no leídas
que se deleiten contigo y llegues a usarlas cómo armas
Yo quisiera ver las raíces tuyas
cómo si fueran de árboles titánicos
cómo te creces y esfumas
y te pierdes en los enormes océanos
Yo quisiera ver tu figura dibujada en la luna
para que mi olvido jamás me lo impusiese
recordarte cada día
y que de mi vitrina no desaparecieses.
En fin, yo lo que quiero es verla fijamente
que su corazón desenfrene
y que con un tintinábulo inclemente,
anuncie el momento para que se escapase y con el mío estuviese.