I
Mientras la aurora despierta mi espìritu
una campana me cubre y abraza
para que suene el viento en mi interior
con un canto de ruiseñor, anidando en mis venas.
II
Los pètalos enamorados de una flor
piden limosna en un dulce suspiro
que refleja el sol en mis raìces terrenas
estiràndose para alcanzar mis ojos dormidos.
III
Se volaron como mariposas de brillantes colores,
agradecida por la inmensa alegìa que me obsequiaron,
por el efluvio aromàtico y exquisito que percibì
en la bocanada de los lirios divinos de tu boca.