Darío Ernesto Muñoz Sosa
El trinar
Pajarillo, pequeño y amarillo
Haz entrado en las cavernas de mis sueños
Me extendiste tus alas de un feo espejismo
¡Oh pajarito trovador de sueños!
Aun cuando el sol escondido estaba en la lejanía
Y pendía sobre los querubines
Tú, el amanecer todo
en mi continente alborozabas
Quizás el temporal a tu nido de amor ha socavado
Y tu trino es solo un triste auxilio y desatino
Ofuscado por tanta lluvia, todo parece un bullicio.
Jilgueros, chingolos, todos festivos
Como un carnaval de gorjeos
Recordándome la comparsas del Uruguay que amo
Pajarillo niño, adolescente, tu cantar tiene
El sonido de un bello pichón torpe
Que sin pausa, tu instinto te hará desfallecer
Silbando, hasta morir,
Y me has despertado de un sueño cansado
Y ahora que todo es agua y temporal
A mis ojos de par en par abiertos
Mi oídos se contentan
Mas, y más tu pecho se agiganta en crecento
tierno pichónsillo que entre grises y amarillos
al mundo incrédulo y malicioso
le muestras el tiempo
rey de las madrugadas en enero
reloj biológico un exacto espacio
Regresándome el alma a ser solo un niño Curioso
Pensar, que aun los años no te han extinguido
entre siete colores remolones y palomas dormilonas
tu siempre el primero,
el atalaya diminuto
junto con los horneros,
pues ellos están de fiesta
si hay fango podrán hacer su casita de barro
que ironía el hombre , sin esas voluntades
no mover ni un dedo, si nos asalariado,
ya que este pajarillo estrenará casa
cada vez que ponga sus huevecillos
festejan en algarabía todos
ecos vienen a mi tras la ventana
un coro de naturaleza pura,
Gotas abundantes de lluvia,
anuncian temporal toda la andanza
y en silencio el viento, no tiene la fuerza suficiente
para arrastrar las prietas nubes, plomizas
del rayo de luz
pues quedarán ancladas las nubes
eternamente en mi corazón.