Amigo, sé que existes pero no sé tu nombre,
yo nunca lo he sabido ni lo quise saber,
que en Poemas del Alma sólo he podido ver
de tu vida alguna pincelada y sobrenombre.
Sólo sé que tu vives subido en una nube
volando por el mundo con tu imaginación
reclamando atención mientras el cúmulo sube
a tus versos malditos rellenos de pasión.
Amigo, me orgullezco de que seas mi amigo
por las letras unido al cordón umbilical,
que aquello que persigues es lo que yo persigo
y de esa miel libamos en el mismo panal.
Hoy a ti mi alma se acerca y declara su amor
y un abrazo efusivo te ofrece fuerte y terso
que la vida te trate con intenso calor
y sigas disfrutando siempre escribiendo versos.
Pues aunque algunos piensen sólo el sexo es placer
deberán aprender que un buen poema es un beso
que envías al lector que deberá recoger
un capricho que es de dios o un sueño que has impreso.