Un manto de niebla cubre la noche,
Un viento helado embiste sin piedad,
Una gota frìa cae desde el cielo,
A un corazón iluso que se atreviò a soñar.
Un cigarro rojo ofrece su consuelo,
Un cafè humeante lo hace aun mas,
La oscura noche presenta su sereno,
El orgullo herido no lo deja olvidar.
La mirada negada se dibuja en el firmamento,
El corazón se estira por quererla alcanzar,
Tres aullidos irrumpen la quietud del duelo,
Tres aullidos tristes, que recuerdan la realidad.
A ella le daba el cariño que tenia,
Que hacia mucho tiempo no querìa ofertar,
El ponìa su esperanza en juego,
Ella simplemente lo dejo pasar.
Con la oscura noche consumiò su duelo,
Al vislumbrar el alba se propuso olvidar,
La luz del dìa calienta su pecho,
Pero su mirada tardara en brillar.