Solamente confío en la gracia de Dios,
Casi todos los hombres cargan mucho dolor;
Solamente comprenden que anhelan libertad,
El dolor de los otros, poco puede importar;
Y se entregan con fuerza a su diaria labor:
Superar las heridas de la loca obsesión;
Se anteponen a todo, por su seguridad,
Y prefieren la guerra en nombre de la paz;
Si se ven en peligro los domina el pavor,
Actúan por instinto, procuran salvación;
Ante las amenazas desean escapar
Y entre los que los cuidan hallar seguridad;
Solidarios algunos y tal vez por temor,
Por respeto a los dogmas, fanático fervor;
Es entonces la vida una fatua hermandad
Tan sólo un espejismo, tan sólo vanidad;
Por esto fortalece tu gran fe en la razón,
La confianza en ti mismo y para ellos, perdón;
Tal vez unos te sigan para hallar su verdad,
El camino y la vida: real fraternidad…