El niño llora, Carmen.
El niño llora.
Le asustan los truenos
y el temblor de la tierra.
Levántalo. Arrúllalo
en tu seno. Miéntele.
Dile que todo estará bien,
que la tierra mañana no tiembla.
Dile que el grito de los hombres
mañana se apaga.
El suelo está rojizo, madre.
El suelo está rojizo.
En el cielo veo humo.
Humo y polvo, madre.
Humo y polvo.
Este mundo se convulsiona.
Está en el paredón
con las manos alzadas.
Este mundo pierde la vida, madre.
y ¿qué se queda?.
Se queda un delirio,
la angustia anudada
en la laringe,
el tejido febril de los árboles
y en mi tierra olor a sangre.