Mis palabras, esas oportunas
no ha de haber fortuna
que las pueda recuperar
ya se gastaron
en esos labios nuevos
se escondieron
detrás de tus orejas
confundidas con una flor.
¡Hay!, palabras perdidas
seguramente ustedes me encontrarán
cuando la muerte me gane la mano
entonces, todas juntas
me llevarán en andas
por los aires salados del mar
al encuentro olvidado
de los acontecimientos futuros.
justo en ese lugar
donde nos conocimos.