Aprendí que la vida es muy corta para darle gusto al mundo, aprendí que si alguien me gusta voy y se lo digo, aprendí que si un amor termina no debo aferrarme a él, aprendí que el amor no es nuestro pero no visita y nos hace feliz, aprendí que el amor tiene que visitar a mucha gente por eso a veces se va de nuestras vidas pero siempre regresa a hacernos feliz aunque a veces con otro rostro, aprendí que no debemos cerrarle las puertas al amor, aprendí que en la vida alguien nos puede engañar pero por eso no se acaba el mundo, aprendí a creer en las personas aunque sienta que están mintiendo, aprendí a tener fe, pero lo que mejor aprendí es que Dios me ama sin condiciones.
Aprendí que mi corazón te ama, aprendí que él no tiene orgullo tampoco sabe de dignidad, aprendí que el sería capaz de buscarte y gritarte que te ama, que no te vallas, que no quiere vivir sin ti, entonces aprendí a comprender la importancia que tiene el cerebro para controlar y dirigir al corazón, el cerebro no es frio, ni cruel solo es realista y protector, el cerebro sabe amar al corazón, por eso invento el orgullo y la dignidad como barreras para protegerlo de un gran dolor.