Angel ¡123!

¡Gritar muy fuerte!

Sumergida en el abismo de pensamientos

que han dejado roto mi corazón,

busco encontrar respuesta

a interrogantes de aquellas cosas

que derribaron  el castillo

que construía a través del tiempo.

Enajenada a las vanidades y placeres

andaba escalando hacia la cima,

no pensaba; solo subia peldaños.

en sueños que harián sufrir en realidad

mi vida en un resbalón.

 

Golpeaba mi pecho con mis puños

queriendo dejar sentir su palpitar tan fuerte

que se escuchara en el entorno:

decir ¡asi se agita  y se marchita!

la arrogancia de aquellos

que inundan las calles de vanidad

mientras el corazón del hambriento

muere tirado y sin cobijo:

no se puede decir, no se siente

el sonido del estómago vacío

¡huele a mugre! dicen uno;

mientras otros con  su mano

tira el mendrugo de pan al sín comida.

He mirado la caricia del huérfano desnudo

la voz callada, el llanto apagado por el miedo.

 

¡Gritar muy fuerte! no puedo: mis alientos apocados

son gemidos que se pierden

quedando el eco de los vientos

que susurran en oídos aturdidos 

por falsas promesas de hermanos indolentes sin sentido