El aciago de la soledad dejando solamente los corpúsculos de su madre… su luz
apagándose poco a poco tratando de sacar un grito mudo, tratando de vencer al juego de la muerte para poder cuidarlo
pero al final su luz se apago y ahí fue cuando tal ves su martirio comenzó, ¿el
estudio? No tenia dinero para poder ir, era bueno escribiendo, pero eso de que
le iba a servir, acaso ¿alguna vez se ha visto un poeta adinerado?...
Pero después de años de tedio y monotonía, viviendo en las calles, encontró a un ser
capaz de amarlo, de ayudarlo a conllevar la pesada espada que a sus espaldas
cargaba cada día, juntos comenzaron a lograr algo mas que nada…, Pero un día el
suspiro de la muerte lo volvió a encontrar, como si no hubiera sido ya bastante
sufrimiento, y ¿a quien echarle la culpa? ¿A dios?
Ahora caminando solo de nuevo, encima del asfalto de un color gris nostalgia,
queriendo vivir, pero el invierno es duro y su corazón ya comenzaba a cambiar
de color. La gente mirándolo como una especie de bicho raro, mientras el los
veía solo como sombras, muchos se asustaban al verlo andar a su lado, preferían
cambiarse de calle, solo miradas de desprecio…, solo le quedaba su mente lugar
donde podía escapar de ese mundo, en sus sueños todo era de otro color, ya andaba prácticamente
con los ojos cerrados, ahí lograba obtener un poco de tranquilidad, pero está era
solo momentánea. Al abrir nuevamente sus ojos caía contra el suelo, y ya sus
alas…no eran de verdad!
Ya no le quedaba fe. Decidió caminar un poco por la cuidad. El día era oscuro el
viento rosar su cara era como latigazos, viendo su cuerpo esquelético y
moribundo caminar y su alma en el piso el cual irónicamente se burlaba de su
pudrición, sin ya mas que hacer decidió quitarle las espinas a su corazón…
Parado en el filo de cemento, dictamino finalizar con esa guerra mental y con un solo
paso, como cualquiera de los tantos que ya había dado deambulando por la
ciudad, ir con su madre y con su amada muza… y solamente dejo un papel volando
en el aire que calladamente decía: Si el dolor es frio…
mi vida es un invierno eterno.