Hay un fuego
de vida
un ímpetu que
me provoca
amar,
escucho su voz,
brotan cantos,
risas,
luego lágrimas,
perlas agradecidas...
Me habla,
le respondo,
me contesta.
Llamándome
por mi nombre
cautiva
mi atención,
quién eres
le respondo,
-me contesta
-yo te amo,
me embriaga
en éxtasis
de alegría,
eres tú replico,
mi inspiración
receptiva
es abierta,
respiro
profundo,
-un silencio.
No es un fuego de mí,
pero es una braza en mí,
no es de aquí, no es de
ahí sino de allá, que está
en mí.
En el…
Mi vida está
escondida,
él es la vida misma,
la lámpara que me
ilumina,
fuente de mi pasión.
Pienso, escribo,
-me envuelve,
-da palabra,
mi ser interior
se exalta,
su voz melodiosa
me pastorea.
Es torrente de odas,
fuerza que alimenta
el pico musical del
colorido gorrión,
Es un fuego mi fuente,
en ella yace la poesía
del romántico cantor,
en chispazos mi alma
brota loas en flamas,
poemas exaltados.
Lumbre ardiente
espíritu apasionado,
lumbrera de versos
en oleo encendido
derramándose en mi
interior.
Dejando escapar
el verso
nace una flor,
sus pétalos
en llamas,
prístina antorcha
encendida en palabras
de amor.