Entró el sol en la casona
que estaba en la soledad
recorriendo las paredes
calentando su frialdad.
Iluminó cada cuarto
y a fantasmas espantó
revolcando los recuerdos
a las sombras encantó.
Baño con su luz la hierba
que brotaba entre la madera
de los pisos que en antaño
brillaron de tal manera.
Pasando derecho al jardín
que es solo ya un matorral
donde se esconden gallinas
salidas de algún corral.
Siguió el sol su recorrido
de la fuente hasta el zaguán
que fue, un mudo testigo
de los besos de un don Juan.
Y todos los días él pasa
a calentar la casona
donde surgieron amores
de esos que aún emocionan.
HELIGRARI 1/24/13