Me provocas, cuando por esas cosas de la vida
transitamos la misma esquina…
que diera yo, por explicarte
lo que a nadie ayer ni hoy importa,
lo que ya no incumbe, pero que aún agravia tu vida…
fue tarde, que en la existencia mía
la fusión, saltara de un laboratorio
y anidara, en mi larga vida.
Que el reloj paralizó nuestras vidas
en el momento justo, no es cosa mía…
bello cuerpo, lindo rostro y amable
recuerda que por mis venas corre sangre,
fusión, sí, y de las grandes…
fuego, calor, pasión que evaporó las humedades.
de aquel cuartucho lóbrego y oscuro…
que habitaban de tarde en tarde.
Fernando de Lira.