Qué celosa está diáfana la costa del sol
Enfurece su oleaje cuando me ve contigo amor
Málaga nos ha visto y nos observa con recelo
cuando olfateo hambriento cual cachorro entre tu pelo
Dice la sureña que La Manca nos vio en frente suya besarnos
Que la hicimos sonrojar por comparar su belleza al placer de amarnos
Por la plaza de la Merced corretean bulos bien fundados
de sonreírnos el uno al otro, yo a ti y tu a mí, dos ángeles alados
Que volamos dicen, que fabricamos besos para la Alcazaba
Pero que ella se quedó allí tan bonita y yo me fui con mi amada
Tu te viniste conmigo y dejamos allí a Málaga infeliz
Con sus reproches por hablar de ella y escribir poesía para ti.
César Ramírez