poema
Miré la noche oscura
desde la baranda
que casi tocaba la Luna.
Buscaba un poema
en alguna estrella del cielo
para la dama que quiero.
Yo escribiré un poema
de cráteres profundos
y de verso enamorado
para que un duende
encantado
se los diga a la dama
me dijo la Luna
al ver mi alma apenada.
Acércate por la baranda
hombre de corazón afligido
a mi entraña
de flor y de plata.
Pero he de advertirte enamorado
que a veces es ponzoña
el amor que nos lastima
como una flecha envenenada.
Para el daño de ese dardo
yo no tengo la cura adecuada
aseguró la Luna
con el ceño desolado.
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