Viento_de_Levante

Romance de Federico

ROMANCE  DE  FEDERICO

  

Era el bandolero de la luna nueva.

Andaluz preclaro a cata cabal.

La paz y el talento fueron su bandera,

su meta, la lucha por la libertad.

Era sol naciente en cualquier sistema,

que abriendo sus alas se lanzó a volar.

Era verso puro, música y poema.

Metáfora viva, constante caudal.

Fue siempre, de todos los que le leyeron,

y también de aquellos que nunca jamás,

un libro, sus manos en la vida abrieron

ni se emocionaron con su claridad.

Porque Federico siempre estuvo en todos,

en el rico, el pobre, el alto y el bajo,

y en tiempos de frío, de hielo y de lodos,

mitigó el esfuerzo constante en los tajos,

donde los labriegos, con sus recios brazos,

sembrando los campos, cogiendo aceitunas,

iban levantando con viejos arados

una tierra amarga, que nunca fue suya.

 

¿Qué sombra de odio voló por Granada?

¿Quién tu rico verso no quiso escuchar?

¿Quién borró el encanto de tu prosa amada?

¿Quién…Quien tu voz de alondra pretendió acallar?

Temieron sus rifles y sus bayonetas,

a tu pluma limpia, vibrante y locuaz.

Fueron en su miedo tristes marionetas

frente al Arco Iris de tu sobriedad.

Un negro vampiro cruza el infinito.

Todas las estrellas dejan de alumbrar.

Los lobos relamen sus dientes ahítos.

La noche se cierne sobre el olivar.

El campo empapado de rojos colores

da un tinte rosado en la oscuridad,

y las amapolas ocultan rubores

y todo es silencio allá en Alfacar.

 

Ignacio suspira dolor a raudales.

Bernarda solloza en su soledad.

En El Romancero brillan los puñales.

A veces hay Bodas que acaban fatal.

Antonio el Camborio, de estirpe: gitano,

camino del cielo lo miró pasar,

le gritó angustiado y tendió la mano,

diciendo –Contigo me quiero marchar.

En un Carmen llora de pena el rosal,

y en el Sacromonte el viento al pasar.

En la Alhambra gime muy quedo el zorzal

y el Generalife triste y mustio está.

Lagrimas calientes derriten el manto

blanco del armiño y el blanco marfil,

decenas de buitres trazan entre tanto

círculos de muerte sobre el Albaicín.

Mantillas de luto bajan por Gomérez

hasta la Carrera, y una vez allí,

La de las Angustias dice a las mujeres.

-Lorca sigue vivo, y seguirá así.

 

Por que tu estas vivo amigo del alma,

tu luz en el mundo siempre alumbrará,

tu verso y tu prosa nos traerán la calma,

y dulce sosiego tu canto será.

Y aquellos que un día callarte quisieron,

nunca lo lograron ni lo lograrán,

ellos, sí se fueron sin dejar recuerdos,

mas tu nombre el mundo nunca olvidará.

 

Mientras corra el Darro, y el Genil

la vega, con sus aguas pinte de plata y coral,

tenlo por seguro que no ha de venir

quien tu eterna gloria ahogue en el mar.

 

  

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