Un ángel condenado
Sin obra social
Trabaja horas extra
Por el bien de la humanidad
Llega a su casa
Reza
No para ni para llorar
Es tan triste esta historia
¿Será doloroso el final?
Tiene su familia entera
Ayunando por obligación
Ellos con esperanza esperan
Su llegada con compasión
De tanto ayuno que tienen
Deben pensar
Que su olla llena nunca estará
Los cartones que junta
Pronto serán
Mates amargos
-y con suerte-
Guiso caliente
Para que la panza deje de chillar
Los hijos del ángel
Son diez
El más grande, El Daniel
Paco, merca, alcohol también
Roba a mano armada sin saber
Que con esa arma algún día matará
A un alma descuidada
Que vagará por el lugar
Los otros nueve
Un futuro oscuro tienen
Pues, la falta de educación
Más el desamor
Es un cóctel fatal
Pero La Maria la séptima condenada
Se doctoro en la universidad
Pero a ninguno de sus hermanos
Quiso ayudar
Pero El Javier
Es un santo
Con su humildad en los brazos
Pobre como el niño Dios
Abrió un comedor en el barrio
Las alas del padre
Por suerte él heredo