“Lágrima: El triste producto de mi padecer.”
Al escribir estas líneas una lágrima
brotó espontánea con pesar, gran lástima,
por más que intenté no la pude contener,
élla fue el triste producto de mi padecer.
Amor, tú eres el principal de mis motivos,
sin ti . . . corazón ya no tiene latidos,
ahora sé lo que es estar solo a la deriva
cual náufrago sin retorno, sin partida.
Aciagamente me perdiste la confianza,
propios errores me dejan sin esperanza
te he suplicado por Dios que me perdones,
que reconozcas que también tengo dones.
Mas, no das una positiva respuesta,
así con esta cruz subiré la cuesta;
creí que tu querer no se acabaría jamás
y hoy, que pena, sin esfuerzo lo dejas sin más.
Siento algo muy raro atorado entre pecho
el ser para siempre ha quedado desecho,
esta vida, en fin, carece de sentido
para mi desgracia . . . ¡ha muerto cupido!
Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda
México, D. F., . . . el día en que, por mi culpa, la perdí.
Reg. SEP Indautor No. 03-2011-0909133538000-14