Cantando espero La llegada de sus madrigales Que seguro habrán, mil ruiseñores Apostados sobre sus costales Porque a ti, de seis voces Te cantan los vientos y los corazones Los océanos índigos Transformándose en espumas Yo quiero descansar mi oído En esa piedra de río Pulida y remendada en tus carnes Yo quiero oír la vida Y el tamborilero de tus entrañas De mis deseos callados Yo quiero dormir sereno En la cuna de tu respirar tranquilo De tu vaivén de olas Sentirme un bajel libre Un navegante sin rumbo