No me importaba.
Colocamos, los besos sobre la mesa.
Contándolos, como una partida de naipes.
Le dimos, la vuelta a la mesa,
Por si faltaba alguno.
Como dos avaros,
Sumando, lo que no era de ninguno
Y en otro tiempo, estaba unido.
El efecto, era el mismo,
Ninguno.
No me importaba, escuchar estupideces
Me preocupaba, que las tomaras en serio.
No me importaba, que se marchitaran las flores
Me horrorizaba, que no florecieran.
No me importaba, la muerte
Tenía miedo, a la vida injusta.
No me importaba ya, que no me beses
Lo que no quiero, es que se quede solo ese beso.
No me importaba no verte
Sabiendo que estás, me vale.
En fin, volvimos a dar la vuelta a la mesa
Para la siguiente partida de naipes.